La propuesta de hoy no se trata de una receta, pues es muy simple y no requiere de ninguna elaboración especial. Se trata de una forma de presentar de un modo más atractivo y fácil de comer una sandía: a trocitos en el mismo cuenco que nos da la misma fruta. ¿Qué te parece?
Para ello debemos quitar toda la pulpa de la sandía y cortarla en trocitos grandes o pequeños, al gusto de cada uno. Yo me he ayudado de una especie de cuchara que existe para hacer bolitas, pero podemos hace cuadrados o probar con alguna cuchara convencional.
Una vez tenemos la sandía a trocitos los incorporamos dentro de la cáscara que hemos vaciado.
Opcionalmente también podemos añadir un poco de azúcar. A veces las sandías no son todo lo dulce que nos gustaría, depende de la temporada y calidad que compremos.
Podemos realizar la misma operación introduciendo varias frutas, en vez de únicamente sandía: melón, plátano, fresas...
Realmente es una fruta con propiedades antioxidantes y con un alto aporte de hidratación por lo que es ideal para momentos de mucho calor.
Es una manera divertida de introducir la fruta en los niños. También podemos hacer formas con la fruta a modo de caras, animales, coches... simplemente tenemos que dejar volar nuestra imaginación.