El salmón es un pescado graso rico en ácidos grasos omega-3. El salmón que solemos encontrar más comúnmente en supermercados proviene de piscifactorias. El salmón salvaje, el cual tiene un precio más elevado, es de mayor calidad nutricional porque se captura en su ambiente natural: mar/océano o río. Además tiene más contenido de minerales que el de piscifactoría, el cual además tiene más grasas aturadas y calorías por el tipo de alimentación que le proporcionan. Pero es no es todo, según algunos estudios, el de piscifactoría también suele tener más porcentaje de contaminantes; uno de los más peligrosos es el PCB, el cual se sabe que puede llegar a provocar enfermedades importantes. Por ello, siempre que puedas comprar salmón salvaje será la mejor opción. Dicho esto, aunque el salmón de piscifactoría sigue siendo un buen alimento, es mucho mejor optar por el salvaje si tenemos la posibilidad.
La receta que os traigo hoy con salmón salvaje es fácil y está exquisita. El toque crujiente de la picada de avellanas seguro que te encantará.
Ingredientes para 2 raciones
- 2 lomos de salmón salvaje
- 40gr. avellanas (tostadas y peladas)
- 1 diente de ajo
- 1 cucharada de miel
- 2 o 3 tiras de cilantro fresco
- sal y pimienta al gusto
- aceite de oliva
- 150ml. salsa bechamel
- 1 o 2 cucharaditas de salsa pesto
- Lavamos los lomos de salmón, los secamos bien y les quitamos las posibles espinas que puedan tener.
- Trituramos las avellanas junto con el ajo, el cilantro y un poco de sal y pimienta.
- Pintamos cada lomo con un poco de aceite de oliva y miel.
- Cubrimos cada lomo con la picada.
- Horneamos a 180ºC unos 10-12 minutos. Podemos acabar con 1 minuto al grill para garantizar que se tuesta la picada que hemos puesto encima.
- Retiramos y emplatamos acompañándolo con un poco de salsa bechamel mezclada con salsa pesto.