La receta de hoy es fácil y rápida de hacer y nos servirá para más de un niño al que le cuesta un poco comer verduras. Seguro que en forma de pastel con textura crujiente que nos dará la masa filo será mucho más fácil que quiera probarlo. Yo he empleado calabacín y brócoli pero podemos utilizar las verduras que más nos gusten.
Ingredientes para 2-3 raciones
- 3 o 4 hojas de masa filo
- 1/2 calabacín
- 1 brócoli pequeño
- 150gr. queso ricotta
- 1/2 puerro
- 50gr. queso rallado (emmental, gouda...)
- 1 diente de ajo
- 100ml. leche
- 3 huevos
- aceite, sal y pimienta
- semillas de amapola o sésamo (opcional)
- Limpiamos las verduras. Rallamos el calabacín y cortamos en trocitos el brócoli.
- Picamos el ajo y el puerro y los pochamos en una sartén con aceite. Añadimos el calabacín. Salpimentamos.
- Hervimos el brócoli y reservamos.
- Batimos los huevos y los mezclamos con la leche. Agregamos la ricotta y el queso rallado. Salpimentamos al gusto y agregamos las semillas en el caso de que optemos por ellas. Mezclamos bien.
- Incorporamos el brócoli hervido y el calabacín pochado a la mezcla de los huevos.
- Colocamos las hojas de masa filo superpuestas una encima de otra y pintadas en aceite sobre una fuente de horno. Las hojas de masa filo deben ser más grandes que el molde.
- Rellenamos las hojas de masa filo con la mezcla de los huevos y tapamos con las hojas que sobresalen del molde, haciendo un paquete grande.
- Horneamos a 180ºC unos 20 o 30 minutos, hasta que esté dorado y ya podremos retirar y servir.
Os dejo un trozo para que lo probéis