El término croque-monsieur apareció por primera vez en la carta de un café parisino en el año 1910, pero se desconoce su origen exacto. Se trata de un sándwich de pan de molde, jamón cocido y queso a la plancha o sartén. Suele servirse gratinado. En esta ocasión yo lo he versionado cambiando el jamón cocido por salmón ahumado y añadiéndole un toque de trufa... si eres tan amante de la trufa como yo, siempre encontrarás un buen motivo para incorporarla a casi cualquier elaboración, ¿verdad?
También existe la versión con bechamel o pasados por huevo batido. Yo me he inclinado por la bechamel, que combina perfectamente con el salmón.
El queso que se suele emplear es gruyere o emmental, pero podemos elegir el que más nos guste. Yo he elaborado algunos con queso tierno y otros con brie, porque en mi casa este queso cremoso nos encanta.
Ingredientes para 4 raciones
- 8 rebanadas de pan de molde
- Bechamel
- 8 lonchas de queso (emmental, gruyere, brie...)
- mozzarella rallada
- 4 lonchas de salmón ahumado
- Trufa (opcional)
- Opcionalmente podemos retirar la corteza al pan de molde, yo no lo he hecho, pero mucha gente la quita porque se hace un poco pesada.
- Preparamos la bechamel y la mezclamos con la trufa.
- Untamos cada rebanada por la parte interior con bechamel.
- Colocamos una loncha de queso y una de salmón en cuatro de las rebanadas (las mitades) y las cubrimos con el resto de rebanadas.
- Acabamos cubriendo cada sándwich con un poco más de bechamel y esparciendo un poco de mozzarella rallada.
- Horneamos unos 10 minutos con calor arriba y abajo a 190ºC.
- Retiramos del horno y ya podremos servir y disfrutar