Si te apetece un plato salado con proteína, hidrato y verdura de manera divertida y rica, sin duda este pastel será perfecto.
Los pasteles salados me encantan, además de estar deliciosos nos permiten llevárnoslos fácilmente a cualquier sitio para comer fuera de casa y además son un gran amigo de los niños, por lo que seguro que te lo pedirán más de una vez.
Ingredientes para 4 raciones
- 200gr. harina
- 1 cucharadita de levadura de hornear
- 4 huevos
- 200gr. calabacín
- 50gr. tomates secos en aceite
- 100gr. gambas peladas y cocidas
- 150gr. queso de cabra
- 100gr. queso rallado (tipo gouda, emmental...)
- 100ml. leche
- 50ml. aceite de oliva
- sal y pimienta
- Lavamos y cortamos en trocitos pequeños el calabacín.
- En una sartén con aceite pochamos el calabacín a fuego medio hasta que esté tierno.
- Cortamos el queso de cabra y los tomates secos en trocitos pequeños.
- En un bol batimos los huevos junto con la leche y el aceite.
- A parte mezclamos la harina con la levadura.
- A la mezcla de huevos le añadimos la harina tamizada. Mezclamos bien.
- Agregamos los quesos, el tomate, las gambitas y el calabacín. Salpimentamos y mezclamos bien.
- Engrasamos y enharinamos un molde de horno con forma de plumcake o lo forramos con papel vegetal.
- Vertemos la mezcla en un molde rectangular y horneamos 45 minutos a 175ºC. Si a los 30 minutos se nos está dorando demasiado, tapamos la superficie con papel de aluminio y acabamos de cocer.
- Retiramos del horno y dejamos enfriar 10 minutos.
- Desmoldamos y servimos. ¡A disfrutar!