Esta receta es un dulce ideal para tomar en cualquier momento del día y además si quieres puedes elaborarla sin azúcar, puedes sustituirlo por 150gr. de dátiles triturados y 50gr. de jugo concentrado de manzana.
La remolacha aporta una jugosidad a la masa muy interesante. Aunque sorprenda, esta hortaliza encaja perfectamente en elaboraciones dulces y nos ayudará a reducir la ingesta de azúcar, pues ya aporta un poco de dulzor.
Para hacerla más interesante nutritivamente he empleado harina de espelta y de avena, pero podemos combinar otro tipo de harinas.
Ingredientes para un molde de 28cm
- 300gr. remolacha cocida
- 200gr. mantequilla
- 250gr. chocolate para fundir
- 3 huevos
- 100gr. azúcar de coco (ó 150gr. de dátiles triturados y 50gr. de jugo concentrado de manzana)
- 60gr. harina de avena
- 60gr. harina de espelta
- 30gr. cacao en polvo
- 1/2 cucharadita de levadura de hornear
- 1 pizca de sal
- Trituramos la remolacha. Escurrimos todo el jugo con un colador.
- Derretimos el chocolate con la mantequilla al baño maría.
- Batimos los huevos y el azúcar y le añadimos el chocolate fundido.
- A la mezcla de los huevos le añadimos la harina, el cacao y la levadura, todo tamizado. Mezclamos bien.
- Agregamos el puré de remolacha y removemos.
- Engrasamos un molde con mantequilla y harina. Vertemos la masa dentro y horneamos a 180ºC unos 25 minutos.