Tarta Tatin de albaricoques

En Mayo aparecen los primeros albaricoques, una fruta dulce y sabrosa con la que podemos hacer muchas elaboraciones dulces en la cocina. Con la receta de hoy, sencilla y rápida, participo en el Juego de Blogueros, un reto en el que este mes se han propuesto los albaricoques. He de decir que a pesar de ser una fruta que me gusta mucho, nunca había hecho nada con ella. Enseguida se me presentó la oportunidad de probar de hacer la tarta Tatin, que tanto nos gusta en casa, pero en esta ocasión con albaricoques en lugar de manzana.

Como es sabido, la tarta Tatin se caracteriza porque se hornea al revés, es decir, la base se coloca sobre la fruta para cocinarla, y se voltea al final para presentarla. La tarta tradicional se hace con manzanas, pero realmente podemos usar cualquier fruta: peras, plátanos, melocotones... Con albaricoques será un postre ideal para los amantes de los sabores fuertes o con un toque ácido, pues junto con el dulzor de esta fruta también tendremos la acidez que aporta la piel. Si queremos evitar ese amargor, recomiendo pelar los albaricoques o utilizar melocotones en su lugar.

Ingredientes

• 10-12 albaricoques
• 1 lámina de masa brisa u hojaldre
• 30gr. mantequilla
• azúcar de coco (o similar)
• canela

1. Pelamos, deshuesamos y partimos por la mitad los albaricoques.
2. En una sartén ponemos la mantequilla y los albaricoques junto con azúcar y canela al gusto. Dejamos unos minutos a fuego medio para que se caramelicen y se pochen un poquito.
3. En un molde de horno colocamos los melocotones con el jugo que se haya creado de mantequilla y azúcar. Los colocamos con la parte del hueso mirando hacia arriba.
4. Cubrimos los albaricoques con la masa brisa u hojaldre, remetiendo bien los bordes por los lados.
5. Horneamos a 180ºC durante unos 20-30 minutos aproximadamente, hasta que la masa esté dorada.
6. Retiramos y antes de que enfríe la desmoldamos, dándole la vuelta. Debemos hacerlo antes de que enfríe para evitar que el caramelo se solidifique, pues nos costaría retirarla del molde.

Una vez atemperada la tarta ya la podemos servir. Si la acompañamos de una bola de helado de vainilla, canela, caramelo... estará sublime. En casa nos encanta esa combinación de caliente y frío.

A continuación puedes ver las elaboraciones que han hecho el resto de mis compañeros de reto con albaricoques o espárragos blancos.

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