Hoy os traigo un aperitivo muy suculento que es muy típico de la República Checa. Se trata de una versión de una de las tapas más típicas de esta región que, por supuesto, se suele tomar acompañado de su oro líquido tan protagonista: la cerveza.
El queso que he utilizado es el Camembert, que es el más parecido al queso que emplean en la República Checa: el Hermelín, pero no siempre encontramos ingredientes de otros países, así que he usado ese. Originalmente esta receta se hace en porciones reducidas, porque ya lo venden en forma de discos pequeños. En mi caso he optado por emplear un paquete entero de Camembert redondo y lo he cortado en seis partes.
¿Por qué viajamos hoy a la República Checa con esta delicia? Pues porque, tras unos años en los que no he podido participar en los retos de bloggers cocineros que tanto me gusta, me he vuelto a animar con el reto Cocinas del Mundo en el que este mes el blog anfitrión La cajita de Nieves y Elena han propuesto que elaboremos recetas de ese país europeo. La verdad es que no conozco mucho de esta región, así que este reto me gusta porque me ayuda a descubrir lugares interesantes del mundo.
Ingredientes
- 1 disco de queso Camembert
- 10 granos de pimienta (yo he utilizado de Jamaica)
- 4 hojas de laurel
- 8 dientes de ajo
- 1/2 cucharadita de pimienta molida
- 2 cebollas o similar (yo he utilizado chalotas)
- 1 pimiento rojo italiano
- 2 cucharaditas de pimentón dulce (yo he utilizado ahumado)
- 1 cucharadita de sal
- 1 taza de aceite de girasol o oliva suave (cantidad aproximada)
- Cortamos el disco de queso por la mitad haciendo 2 discos (2 mitades). [NOTA: si te vez capaz de hacer más cortes adelante, los expertos los cortan en más pisos, así se asientan mejor los sabores]
- Cortamos a rodajas finas el pimiento. Pelamos los ajos y los partimos por la mitad y cortamos las chalotas o cebollas en rodajas muy finitas.
- Calentamos el aceite con un poco de las especies y verduras que condimentarán el queso: bolas de pimienta, una hoja de laurel, un poco de pimiento rojo. No lo calentamos mucho, sólo es para que el aceite tenga mayor sabor, no debe hervir.
- Restregamos un ajo por toda la superficie interior de cada una de las mitades del queso y espolvoreamos una de las cucharaditas de pimentón.
- Volvemos a cerrar de nuevo, aplastándolo un poco para que se selle bien.
- Cortamos el queso en las porciones necesarias para que nos quepa en el tarro de cristal que vayamos a utilizar.
- En el tarro de cristal limpio vertemos todos los ingredientes. Primero colocamos la cebolla y luego el laurel, de manera que hacemos una cama para colocar el queso. Después agregamos los granos de pimienta y los ajos. Colocamos los trozos de queso.
- Y finalmente vertemos todo el aceite que habíamos calentado con las especies y verduras. Finalmente agregamos la sal, la pimienta molida y la otra cucharadita de pimentón.
- Cerramos bien el pote y lo dejamos 2 o 3 días en un lugar fresco y oscuro a temperatura ambiente (siempre que no sea verano y haga mucha calor) y otros 2 o 3 más en la nevera.
Una vez pasado los días, podremos disfrutar de este queso con un sabor único y acompañarlo de una cervecita bien fresquita y unas tostaditas. ¿Conocías esta delicia? Si te animas a probarla me encantará saber qué te ha parecido en los comentarios
Qué pasada. Y claro que sí, una vez que te pones, pues haces el queso entero. Seguro que no sobra ;)
Bienvenida de nuevo al reto. soy ratona por naturaleza, así que esta receta te la copio.
Bss
Elena
Una receta de lo más original y que me llevo para probar, como me gusta el queso!!
un besito
Hemos coincidido en la receta, la verdad que para los amantes del queso es la preparación perfecta. En casa ha sido un éxito.
Bss