Si queremos picotear algo pero no queremos caer en opciones demasiado calóricas y con poco valor nutricional, esta opción es ideal. Además puede ser una buena merienda para los más peques de la casa. O incluso el sustituto de las tradicionales palomitas de maíz para ver una película en casa... un plan fantástico para esas tardes lluviosas de fin de semana, ¿no te parece?
Ingredientes
- 1 bote de garbanzos en conserva (o hervidos por ti)
- 1 cucharada de aceite
- Especias al gusto: ajo, pimentón ahumado, pimienta negra, cúrcuma, orégano... (1 cucharadita de cada aprox.)
- 1 pizca de sal
- 1 cucharada de azúcar de coco (opcional)
- 1 chorrito de zumo de limón
- Escurrimos y secamos bien los garbanzos. Si son de bote, yo los paso primero debajo del grifo para quitarles bien toda el agua de conserva que llevan.
- En un bol mezclamos todas las especies junto con un poco de sal, el aceite y el chorrito de limón.
- Agregamos los garbanzos y mezclamos con cuidado para que se impregnen de todo el aceite sin romperse.
- Preparamos una bandeja o fuente de horno con papel anti-adherente y colocamos los garbanzos sin amontonarlos.
- Horneamos a 200ºC unos 40 minutos. De vez en cuando removemos un poco los garbanzos en la bandeja para asegurar que se cuecen por igual.
¿Qué te parece la idea? Si la pruebas me encantará saber qué te ha parecido. En mi casa han encantado.