Las varices son una dilatación de las venas que impide el retorno de la sangre al corazón correctamente.
Pueden aparecer por varias circunstancias como el envejecimiento, sobrepeso, vida sedentaria... También puede tener un papel importante el factor hereditario o aparecer tras embarazos. Y aunque en un principio no suponen un riesgo muy elevado para la salud, sí que pueden llegar a ser muy molestas.
Uno de los principales síntomas que podemos tener si sufrimos varices es la sensación de piernas cansadas, sobretodo al final del día. También podemos notar hinchada la zona de los tobillos e incluso un color amarillento alrededor de los mismos.
MEDIDAS QUE NOS PUEDEN AYUDAR A EVITAR LAS VARICES O MEJORARLAS
- Con medias de compresión. Ejerce una presión sobre las piernas que ayuda al retorno venoso evitando que se acumule la sangre en las venas.
- Hacer ejercicio. Llevar una vida activa y mover los músculos favorece que la sangre se mueva y por tanto mejore el retorno venoso. Se recomienda hacer ejercicios suaves como bicicleta, nadar, caminar
- Bajar de peso. La obesidad es un factor de riesgo que empeora la situación. Es importante también la nutrición, por ello evitaremos las grasas. Si perdemos peso mejoraremos porque disminuye la presión que tienen que soportar las venas.
- Evitar prendas ajustadas y tacones altos. Las prendas que dificulten la circulación de la sangre no son aconsejables. Los tacones bajos pueden ayudar a tonificar los gemelos y mejorar la circulación.
- No utilizar agua muy caliente en la ducha. Se recomienda acabar la ducha con agua fría en las piernas, ello activa la circulación y mejora el retorno venoso.
- En viajes largos estirar las piernas. En trayectos largos, cada cierto tiempo hacer paradas y mover las piernas, realizando ejercicios de tobillos y rodillas.
- La presoterapia y el drenaje linfático pueden ayudarnos. Recibir estas terapias puede ser de gran ayuda, sobretodo en casos en los que la movilidad es reducida por alguna razón.
- Ingerir vitamina C. La vitamina C puede mejorar la circulación y disolver posibles trombos. Por ello introduciremos en la dieta alimentos con esta vitamina. También la vitamina K y B pueden ser de gran ayuda.
- Aloe Vera. Podemos ponernos diariamente aloe vera, una planta que ya es conocida por su multitud de beneficios que aporta. También la podemos encontrar en zumo para ingerir.
- Piernas en alto. Colocar 10 minutos al día las piernas en alto para favorecer el retorno venoso.
- Ungüento de ajo y limón. Aplicar cada día con unas pequeñas friegas en la zona de la siguiente fórmula que podemos preparar nosotros mismos en casa: 6 dientes de ajo, 3 cucharas de aceite y el jugo de 1 limón. Conservarlo en un recipiente de vidrio con un tapón de corcho para que respire.