Se acerca la Navidad otro año más. Podemos sentirlo en las calles y negocios que adornan sus escaparates con las cálidas luces de colores.

Las mesas acogen un papel protagonista durante estas fechas, pues es habitual reunirse con la família o amigos, algo muy agradable y a la vez laborioso para el encargado de preparar todo el festín.

En estas fechas se suele llenar la mesa de platos tan copiosos que cuando se llega al postre la gente ya no puede más. Para evitar esto es importante diseñar bien nuestro menú, pudiendo eludir el primer plato o los aperitivos. Yo soy más partidaria de eliminar el primer plato, puesto que el pica pica es algo que le gusta mucho a la gente y que entra muy bien, a la vez que viste nuestra mesa.

Para que ese día podamos prepararlo todo con más tranquilidad, un truco es comprar todo lo que se pueda con tiempo, dejando lo indispensable para comprar ese mismo día (como el pan, pescado, repostería...)

Otro truco a tener en cuenta para facilitarnos la vida en la cocina es elegir entrantes fríos, de esta manera los podemos dejar preparados con algunas horas de antelación y dedicarnos al plato caliente en el último momento. Cuanto más previsor mejor.

Un factor a destacar es la decoración de la mesa. Yo siempre pongo algun mantel navideño, unas velas y estrellitas doradas o similar repartidas por la mesa. Además en mis fiestas siempre suelo añadir algún detalle a cada comensal, es algo que he hecho cada año desde pequeña, normalmente acompañado de algún pequeño escrito.

En el postre siempre servimos turrones y polvorones pero suelen quedarse más de la mitad intactos. Una manera de evitarlo es poner los más selectos, aquellos que sabemos que seguro que gustan, cortados y preparados para comer y en poca cantidad.

Otro aspecto que podemos tener en cuenta, es la colocación de los invitados, yo en alguna ocasión pongo los nombres de cada uno de los comensales en la mesa, pensando siempre en sus afinidades con el resto de familiares. Porque lo importante es tener una reunión en la que todos nos sintamos cómodos y disfrutemos del momento.

Espero que os haya ayudado alguno de mis consejos y que disfrutéis de estas Navidades tanto en sus preparativos como durante la comida, porque en la vida lo que importa siempre es lo mismo: nuestra satisfacción.